¿Qué son las úlceras por presión?
Las úlceras por presión son lesiones en la piel y los tejidos subyacentes que se producen debido a la presión constante y prolongada sobre áreas específicas del cuerpo. Estas áreas son aquellas donde los huesos están más cerca de la superficie de la piel, como los talones, los tobillos, los codos, las caderas y la parte posterior de la cabeza. La presión continua puede interferir con el flujo sanguíneo y dañar los tejidos, lo que lleva a la formación de úlceras.
Características y estadios de las úlceras por presión:
Las úlceras por presión suelen comenzar como áreas de enrojecimiento e irritación en la piel. A medida que la presión continua persiste, la piel puede romperse y formar llagas abiertas que varían en gravedad. Estas lesiones pueden ser superficiales o profundas, alcanzando músculos y huesos. Las úlceras más graves pueden causar dolor intenso, infecciones y complicaciones sistémicas.
ESTADIOS DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN:
Las úlceras por presión se clasifican en diferentes estadios según su gravedad. Esta clasificación ayuda a los profesionales de la salud a evaluar la lesión y determinar el enfoque de tratamiento adecuado. A continuación, se describen los cuatro estadios de las úlceras por presión:
Estadio 1: En este estadio, la lesión es superficial y afecta solo la capa externa de la piel. La piel puede aparecer enrojecida o más oscura en comparación con el área circundante. Puede sentirse más caliente o fría al tacto y puede provocar comezón o dolor. En personas con piel más oscura, la lesión puede aparecer azulada o morada.
Estadio 2: En este estadio, la lesión involucra tanto la capa externa de la piel como la capa más profunda, llamada dermis. La herida puede parecer una ampolla abierta, una abrasión superficial o un cráter. El tejido dañado puede ser rojo, rosa o en carne viva. Es posible que se forme una úlcera con un borde rodeado de piel intacta.
Estadio 3: En este estadio, la lesión se profundiza aún más y afecta las capas más profundas de la piel, alcanzando el tejido graso subyacente. La úlcera puede ser profunda y tener un aspecto de cavidad. El tejido dañado puede tener un color amarillo, necrótico o con aspecto de tejido de granulación. El borde de la úlcera puede ser irregular.
Estadio 4: En este estadio, la úlcera por presión es muy profunda y afecta los músculos, los huesos y otras estructuras subyacentes. El tejido dañado puede aparecer necrótico o cubierto de esfacelo (tejido muerto). La úlcera puede tener un aspecto profundo y extenso, y se puede extender hacia los músculos y tejidos más profundos.
Las úlceras por presión pueden progresar de un estadio a otro si no se tratan adecuadamente. La prevención es esencial en todos los estadios, y cualquier signo de enrojecimiento, irritación o lesión en la piel debe ser evaluado por un profesional de la salud para evitar que la lesión empeore.
Riesgos y patologías asociadas:
Las personas en mayor riesgo de desarrollar úlceras por presión son aquellas que tienen movilidad limitada y pasan largos períodos en la misma posición, ya sea en cama o en una silla de ruedas. Esto incluye a personas que están con menor movilidad debido a enfermedades crónicas, lesiones de médula espinal o debilidad muscular. La población geriátrica es especialmente sensible y vulnerable a sufrirlas. Los problemas de circulación sanguínea, la pérdida de sensibilidad en la piel, la desnutrición y deshidratación también aumentan el riesgo.
Otros factores que aumentan el riesgo son:
Falta de Vitaminas:
Una deficiencia de vitaminas, especialmente las vitaminas C y D, puede afectar negativamente la salud de la piel y la capacidad de cicatrización. La vitamina C es esencial para la formación de colágeno, que es un componente clave de la piel y los tejidos conectivos. La vitamina D es importante para la salud ósea y también desempeña un papel en la función inmunológica y la cicatrización de heridas. Si una persona mayor tiene una deficiencia de estas vitaminas, su piel podría volverse más frágil y menos resistente a las lesiones, incluidas las úlceras por presión.
Infecciones del Tracto Urinario (ITU) y Respiratorias:
Las infecciones, tanto del tracto urinario como las respiratorias, pueden debilitar el sistema inmunológico y afectar la salud general de una persona. Además, las infecciones pueden llevar a la deshidratación, que también puede afectar la salud de la piel y su capacidad para resistir lesiones. Las personas mayores que experimentan infecciones pueden tener una mayor probabilidad de estar debilitadas y confinadas a la cama o a la silla de ruedas durante el período de recuperación. Esto aumenta el riesgo de desarrollar úlceras por presión debido a la presión constante y la inmovilidad.
Clima exterior y temperatura:
En mediatric durante nuestros años de experiencia y debido al aumento en la demanda de sistemas de prevención y tratamiento para las úlceras, encontramos que el clima exterior y la temperatura aumentan el riesgo a sufrir úlceras y por ello hacemos también una mención especial a la temperatura exterior, incluyendo el clima cálido del verano, especialmente en España, puede tener un impacto en la aparición y el manejo de las úlceras por presión. Aquí hay algunas formas en las que el clima puede influir en las úlceras por presión:
- Sudoración y humedad: Durante el clima cálido, es más probable que las personas suden y experimenten mayor humedad en la piel. La humedad puede aumentar el riesgo de maceración de la piel, lo que puede debilitarla y hacerla más susceptible a daños. En personas que están postradas en cama o en sillas de ruedas, la humedad constante puede aumentar el riesgo de desarrollar úlceras por presión.
- Riesgo de fricción: El aumento de la sudoración y la humedad también puede aumentar el riesgo de fricción entre la piel y las superficies de apoyo, como la cama o la silla. La fricción constante puede irritar la piel y aumentar el riesgo de desarrollo de úlceras.
- Cambios en la sensibilidad: Las altas temperaturas pueden afectar la sensibilidad de la piel, especialmente en personas con condiciones médicas que afectan la circulación o la sensación. Una pérdida de sensibilidad puede hacer que las personas sean menos conscientes de la presión y el roce que están experimentando, lo que podría contribuir a la formación de úlceras.
- Necesidad de mantenerse fresco: Las personas con movilidad limitada pueden tener dificultades para ajustar su posición y encontrar una posición cómoda en climas calurosos. Esto puede llevar a un aumento en la presión constante en áreas vulnerables de la piel.
- Cuidado de la piel: Durante el verano, es importante prestar una atención especial al cuidado de la piel para evitar la acumulación de humedad y la irritación. Mantener la piel limpia y seca, usar ropa suelta y transpirable, y aplicar lociones o cremas hidratantes suaves puede ayudar a prevenir daños en la piel.
Tratamientos:
El tratamiento de las úlceras por presión depende de la gravedad de la lesión. Implica limpieza y curación de la herida, eliminación de tejido muerto (desbridamiento), uso de apósitos especiales para promover la cicatrización y prevenir infecciones. En algunos casos graves, se puede requerir cirugía para cerrar la herida. Además, es esencial abordar la causa subyacente, como la presión constante, para evitar la recurrencia.
Prevención y consejos prácticos:
- Cambiar de posición regularmente, especialmente si se está sentado o acostado durante mucho tiempo.
- Revisar cambios de color o apariencia en la piel.
- Mantener la piel limpia, hidratada y seca para evitar la maceración.
- Usar ropa suelta para minimizar la fricción y la presión sobre la piel.
- Mantener una nutrición adecuada y una hidratación suficiente siempre y especialmente tras sufrir alguna infección para favorecer la cicatrización.
- Evitar que se produzcan pliegues con la ropa, tanto de cama como la que lleva el usuario, se recomienda utilizar prendas de algodón o materiales naturales y transpirables que eviten la sudoración y maceración de la piel.
- Pañales, tener especial cuidado…. utilizando cremas protectoras llamadas barrera y cambiando a menudo al usuario. Utilizar productos de buena calidad.
- Realizar ejercicios suaves y movimientos frecuentes para mejorar la circulación sanguínea. Se pueden realizar de forma pasiva o activa dependiendo de la situación de cada persona.
- Usar sistemas de protección anti úlceras tanto en fase preventiva cómo de tratamiento en áreas de alto riesgo.
Materiales para prevenir su aparición y para tratamiento:
Existen diversos materiales diseñados para prevenir la aparición de úlceras por presión.
Para ello consulte con su médico o profesional de la salud o diríjase a su ortopedia de confianza para que le asesoren en los distintos sistemas anti escaras.
- Existen distintos sistemas de colchones y cojines especiales con características de alivio de presión, almohadillas protectoras para áreas vulnerables y dispositivos de posicionamiento pueden ayudar a distribuir la presión de manera uniforme y reducir el riesgo de lesiones en la piel, y dependerán del estadio en que se encuentre el paciente.
- Utilizar camas articuladas y sistemas de transferencia como grúas, que permitan una ayuda para el cambio postural o sistemas de trasferencias de pacientes para evitar dañar la piel al movilizar a la persona por nuestros medios. Muchas veces debido a la debilidad capilar del paciente al apretar o traccionar, provocamos pequeños derrames que hacen que la piel se micro fracture por rozamiento con lo que puede hacer más fácil la aparición de las úlceras. También sillones con movimiento que permiten que las personas estén más integradas en su entorno y puedan estar movilizadas durante el día.
- Sistemas de posicionamiento especiales, para personas que por sus características pasan mucho tiempo en la misma posición o tienen sensibilidad disminuida, es muy importante tener en cuenta los sistemas de posicionamiento personalizados ya que una buena valoración de la posición mejora en muchos aspectos la vida de estas personas y especialmente evita la aparición de úlceras, que provoca que en el caso de personas activas deban dejar por un tiempo de hacer su actividades cotidianas.
- Sillas de ruedas y chasis con sistemas de cambios posturales basculantes, existen sillas de ruedas tanto eléctricas como manuales que permiten los cambios de presión y permiten seguir con las actividades diarias minimizando o evitando el riesgo a sufrir úlceras.
Comparación úlceras por presión versus úlceras vasculares:
En Mediatric hemos visto que a veces se confunden unas úlceras con otras aquí os dejamos un peque resumen de la diferencia entre los 2 tipos de úlceras más comunes para que podamos acudir al médico especialista que corresponda ya que sus tratamientos son diferentes, aunque las complicaciones pueden ser similares.
Las úlceras vasculares son otro tipo de úlcera en la piel, pero su causa es diferente. Se desarrollan debido a problemas en el sistema circulatorio, como la mala circulación sanguínea o la insuficiencia venosa. A diferencia de las úlceras por presión, que son causadas por la presión constante en áreas específicas, las úlceras vasculares suelen formarse en las extremidades inferiores, donde la circulación sanguínea es deficiente.
Las úlceras vasculares pueden ser difíciles de curar debido a la limitada circulación, y el tratamiento se centra en mejorar el flujo sanguíneo y promover la cicatrización. Los enfoques incluyen el uso de vendajes de compresión, elevación de las extremidades, medicamentos para mejorar la circulación y cambios en el estilo de vida.
Las úlceras por presión son causadas por la presión constante en áreas específicas del cuerpo, mientras que las úlceras vasculares se originan por problemas en la circulación sanguínea. Ambos tipos de úlceras requieren atención médica adecuada y medidas preventivas para evitar su aparición y promover la curación.
Unidades de UPP y recursos en España:
Siempre es recomendable trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud para prevenir y tratar las úlceras por presión de manera efectiva. Existen en España Unidades específicas y especializadas en el tratamiento de úlceras por presión en hospitales y centros de atención médica. Estas unidades cuentan con profesionales de la salud, como enfermeras especializadas y médicos, que están capacitados para tratar y prevenir úlceras por presión de manera efectiva.
- Hospitales y Centros de Atención Médica: La mayoría de los hospitales y centros de atención médica en España cuentan con equipos médicos especializados en el tratamiento de úlceras por presión. Puedes preguntar a tu médico de cabecera o especialista sobre las opciones disponibles en tu área.
- Unidades de Cuidados Continuados Especializados en Geriatría y de Rehabilitación: Algunas instalaciones de cuidados continuados y rehabilitación ofrecen servicios específicos para tratar y prevenir úlceras por presión en pacientes que requieren atención prolongada.
- Centros de Atención de Heridas: Existen centros especializados en el tratamiento de heridas crónicas y complicadas, incluidas las úlceras por presión. Estos centros cuentan con profesionales especializados en el manejo avanzado de heridas y pueden ser una opción para aquellos con úlceras más complejas.
- Profesionales de la Salud Especializados: Además de las unidades específicas, puedes buscar profesionales de la salud especializados en el tratamiento de heridas y úlceras por presión, como enfermeras especializadas en heridas o médicos con experiencia en heridas crónicas.
- Recursos on-line: Páginas web de hospitales y centros de salud, así como plataformas de salud en línea, pueden proporcionar información sobre las unidades y servicios disponibles en tu área. También puedes contactar a la Sociedad Española de Heridas (SEHER) para obtener información y recursos relacionados con el tratamiento de úlceras por presión en España.
También puedes contactar a la Sociedad Española de Heridas (SEHER) para obtener información y recursos relacionados con el tratamiento de úlceras por presión en España.
Recuerda que la prevención es clave cuando se trata de úlceras por presión. Siguiendo consejos simples y manteniendo una buena atención médica, es posible reducir significativamente el riesgo de desarrollar estas lesiones. El cuidado integral de la salud y la nutrición es fundamental para prevenir úlceras por presión en todos los casos, pero especialmente en personas mayores. Mantener una dieta equilibrada y recibir las vitaminas y nutrientes adecuados es esencial para mantener la salud de la piel y la capacidad de cicatrización. Además, abordar y tratar las infecciones de manera adecuada y oportuna es esencial para prevenir complicaciones y reducir el riesgo de úlceras por presión.
Siempre se recomienda especialmente que las personas mayores o con movilidad reducida reciban atención médica regular, ya que la falta de movilidad hace que nuestro sistema corporal se resienta y que cualquier cambio en la salud deba ser identificado sea cual sea, infecciones o deficiencias nutricionales, deshidratación etc…, deben ser evaluados y tratados por profesionales de la salud. Esto puede ayudar a prevenir y manejar de manera efectiva los factores de riesgo asociados con las úlceras por presión.
Recuerda que la prevención es esencial en todos los estadios, y cualquier signo de enrojecimiento, irritación o lesión en la piel debe ser evaluado por un profesional de la salud para evitar que la lesión empeore